La educación y mediación en museos y centros de arte, es un fenómeno relativamente nuevo en nuestro estado. De una manera amplia, y teniendo en cuenta las nuevas investigaciones y miradas críticas, la educación o mediación se entiende tanto las políticas de programas, proyectos o iniciativas que una institución genera, como las subjetividades , relaciones y culturales que cruzan el museo y generan ideas y valores sobre la cultura, así como los dispositivos, artefactos, espacios y lugares que generan mediaciones o interacciones sociales con los grupos visitantes o con el territorio. Además la mediación del museo incluye entender el mismo museo como dispositivo pedagógico, en cuanto que proyecta una idea de institución, un modelo de gestión de cultural, y una idea o proyección de equipamiento situado en un territorio, que determina las dinámicas de un lugar ( la vida de un barrio o la regeneración de un área urbana).
Desde un punto de vista histórico, la educación en museos, nace debido a dos factores: por un lado la necesidad de generar públicos y programas para establecer con visitas guiadas ( sobretodo con públicos escolares), por otro lado a partir de la fundación de los Departamentos de Educación Y Acción Cultural del los museos, o comúnmente denominados DEAC`s. Estos departamentos surgen bajo el amparo de la denominada nueva museología , con la intención de generar puentes de acceso, actividades de difusión y programas estables a los grupos o visitantes para poder salvar la distancia entre el museo y el tejido social. Originalmente en el contexto estatal, y tal como relatan Aída Sánchez y Eneritz López (2011), los departamentos educativos surgen de la demanda por parte de profesores de ofrecer servicios a las visitas de escuelas de los museos, a finales de los 70, son por ello fruto más de una reacción y tiempo coyuntural que de una política planificada. Más adelante fruto del primer boom de los museos, de sus masificación en el contexto estatal, y de la creciente petición de actividades y grupos, los departamentos empiezan a generar acciones y programas más complejos, siempre bajo las premisa de clasificación de públicos, bajo la correa de los ritmos y tiempos de los departamentos de exposiciones o conservaciones, y con un rol donde las educadoras se distinguen por ser un mero puente, o una traductora fiel del discurso del museo. Progresivamente este rol, se irá modificando y adaptando con estrategias didácticas, recursos interactivos y marcos como el constructivismo y el aprendizaje activo ( propios de la LOGSE) para ir desarrollando un perfil mas disciplinado y autónomo. Pese a ello las exigencias de una mayor integración de las tareas educativas y posiciones en la estructura del museo, junto con un reconocimiento profesional igual que el de otros países ( EEUU, Canadá o Alemania) , así como la demandas de equipos interdiciplinares y profesionales de diversas ramas de la educación y las ciencias sociales así como el abordaje crítico, como disciplina social con historia y tradiciones/ saberes y políticas propios más allá de la imagen institucionales han sido y continúan siendo los retos que la pedagogía en el museo mantiene con la institución museo, con el objetivo de generar un mayor grado de democracia institucional. Además de la diferencia de retribuciones respecto a otras profesiones y la falta de reconocimiento y marcos laborales básicos, tanto dentro como fuera de la institución cultural o espacio.
A partir de las situaciones se le debe añadir otras tensiones y problemáticas que marcan las agendas políticas y sociales de las instituciones culturales cuando entendemos que la educación/mediación supone un albor crítica y de cuestionamiento de la estructura institucional del museo.
En primer lugar, a partir del auge de las pedagogías experimentales y el reconocimiento de la educación como producción de saber crítica, se han generado iniciativas y plataformas que hibridan y generan diálogos productivos entre arte, educación y otros movimientos sociales o marcos ( nuevas tecnologías, redes sociales, éticas hacker y de código abierto, urbanismo informal, feminismos, etc.. ). Esta explosión, o giro educativo, no está tampoco exento de contradicciones, sobretodo a la hora de delimitar qué agentes son críticos como educadores, o quienes no, o de generar espacios endogámicos y cerrados de discurso y lenguaje que no aceptan a otros agentes sociales o grupos educadores.
En segundo lugar, la pedagogía crítica y la rama más comunitaria de la educación han supuesto también la expansión de la educación en el museo en planes y programas comunitarios, donde los grupos no son identificados como meros públicos, sino como redes organizadas, nodos o comunidades prácticas que generan diálogos complejos y modos experimentales de producir cultura, y simultáneamente ponen en cuestionamiento la centralidad del museo. Con ello la mediación es un fenómeno de pedagogía crítica con capacidad de criticar constructivamente a la institución, de ser la amiga crítica del arte, y de generar crítica institucional y cambios estructurales en la institución, no sólo una mera acompañante o correa de transmisión.
En tercer lugar, fruto de la influencia del giro educativo y del trabajo comunitario, cada vez más centros generan espacios de procesos, o laboratorios ciudadanos, o de mediación, donde se difuminan las labores comisariales, educativas, comunicativas y comunitarias. Con ello se plantea el museo como un hub, al tiempo que se identifica que la labor educativa del museo también recaiga en toda la estructura y dispositivo del museo. Así la educación no es tanto un fenómeno de acciones educativas sobre grupos de visitantes, como la generación de plataformas de producción de sabres y relaciones. Esta aproximación entonces conlleva aproximarnos al museo no como un contenedor, sino como un dispositivo pedagógico, en cuanto proyecta planes y modelos de cultura, y en cuanto también es fruto de operaciones urbanísticas y modos de planificar el territorio, con todas sus complejidades y tensiones, no sólo como ejes regeneradores sino también como espacios de gentrificación.
En cuarto lugar, y curiosamente como una reivindicación tradicional y constante en este campo, el trabajo educativo y de mediación en museos esta infravalorado, considerado abyecto o contaminante, y remarcado por una feminización del trabajo que ahonda la fractura social de lo productivo y reproductivo. A este aspecto cabe sumarle, como agravante y tal como hemos señalado más arriba, que este tipo de trabajo suele tener una remuneración menor respecto a otras profesiones dentro del campo cultural y/o de la institución. Además de que en muchos casos las trabajadores no tienen ni contratos, ni marcos laborales o derechos básicos garantizados, por lo que no están ni siquiera construidos los cimientos fundamentales de esta profesión.
Actualmente , siguiendo a Carmen Mörsch (2010)podemos confirmar que la educación en museos y centros de arte se entreteje a través de 4 discursos, que conviven, se despliegan y desarrollan de forma interrelacionada.
El autoritario, que se basa en el patrimonio, la figura del especialista y comunicar contenidos.
El reproductivo, que se centra en forma al público como consumidor de cultural, y genera puentes de acceso al patrimonio, por grupos específicos, al tiempo que se reproducen los discursos y políticas, al tiempo que genera acciones lúdico-educativas y cierto bagaje pedagógico.
El deconstructivo se basa en analizar críticamente el arte, la institución y la educación, entendidos como dispositivos de exclusión/ inclusión. Proponen un papel activo y crítico con la institución, con equipos educativos reflexivos sobre su trabajo como política cultural. Se basa en trabajar sobre situaciones que revelen voces invisibles, discursos dominantes, o el paternalismo de la institución cultural, al tiempo que concibe a los grupos como identidades múltiples y en movimientos, con saberes y posiciones activas. Puede genera conflictos con los imaginarios preexistentes sobre el arte, la institución cultural o la calidad educativa.
Finalmente el transformativo que se propone la modificación del papel del arte y la institución, a partir de expandir la institución y vincularla con otras instituciones/entidades, a partir de generar relaciones colaborativas entre diversas instituciones, y mirar los conflictos y discursos que generan..No se establece diferencia ente educadores/ comisarios/ y otros trabajadores culturales y es crítico políticamente con la institución, se basada en luna reflexión crítica sobre la sociedad del conocimiento, de modo que se centra en trabajar/ activar diversas esferas conjuntamente ( políticas culturales, sociales, políticas de identidad, urbanismo, etc..)
Referencias
Amengual Quevedo, Irene (2012)Saberes y
aprendizajes en la cosntruccion de la indentidad y la subjetividad de
una educadora de museos: el caso del proyecto «Cartografiem-nos » por el
museo de Esbaluard. Universidad de Bellas Artes, Barcelona. Barcelona (Tesis no publicada).
Beltrán Mir , Lidón (2004) Educación como mediación en centros de arte contemporáneo. Universidad de Salamanca. Fundación Salamanca ciudad de la cultura
Mörsch, Carmen (2010) “At a Crossroads of Four Discourses: documenta
12 Gallery Education in Between Affirmation,Reproduction, Deconstruction
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Roberts, Lisa (1997). From Knowledge to Narrative.
Educators and the Changing Museum. Smithsonian Institution
Press.Washington y Londres.
Rodrigo, Javier (2007) “Pedagogía crítica y educación en museos.
Marcos para una educación artística desde las comunidades”En : Patio
Herreriano (2007) Estrategias críticas para una práctica educativa en el arte contemporáneo. Museo Patio Herreriano / Caja España Obra Social. Valladolid. .Pp 106-117Rodrigo, Javier (2009). La otra Documenta 12: contrapartidas pedagógicas. http://aulabierta.info/node/956
Sánchez de Serdio, Aida y López, Eneritz (2011) “Políticas educativas en los museos de arte españoles. Los departamentos de educación y acción cultural”. En VV.AA (2011) Desacuerdos 6. Arteleku-Diputación Foral de Gipuzkoa, Centro José Guerrero- MACBA.
Solá, Belen (ed) (2010) Experiencias de aprendizaje con el arte actual en las políticas de la diversidad. MUSAC. León.
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