Ben Davis es crítico de arte que vive y 
trabaja en Nueva York. Sus artículos han aparecido en Adbusters, the 
Brooklyn Rail, Slate, Village Voice y muchas otras publicaciones. 
Actualmente es director ejecutivo de Artinfo.com 
En el año de 2013 publicó el libro 9.5 tesis sobre arte y clases sociales.
 En el, Ben Davis aborda una amplia gama de asuntos que hacen parte de 
los debates más persistentes del arte contemporáneo: Cómo se ajusta la 
actividad creativa con la economía? Se está fusionando el arte con la 
moda y el entretenimiento? qué podemos esperar del arte político? Davis 
argumenta que regresar el tema de las clases sociales al centro del 
debate, puede jugar un rol muy importante para abordar los desafíos que 
las artes visuales enfrentan hoy en día, y esto tiene que ver con 
mantener la fe en el arte mismo frente a un mundo disfuncional.
:
9.5 Tesis sobre arte y clases sociales
1 La clase social es un asunto de importancia fundamental para el arte
1.1 Dado que el arte no es independiente sino parte de la sociedad, y
 la sociedad está marcada por la división de clases, esto también 
influirá en el funcionamiento y el carácter de la esfera de las artes 
visuales
1.2 En la medida que las diferentes clases sociales tienen diferentes
 intereses, y el “arte” es afectado por este tipo de intereses 
diferenciados, el arte posee diferentes valores dependiendo del punto de
 vista de la clase social desde el que se le mire
1.3 Entender el arte significa entender las relaciones de clase por 
fuera de la esfera de las artes visuales y cómo estas relaciones de 
clase afectan esta esfera artística, al igual que se debe entender las 
relaciones de clase al interior de la esfera de las artes visuales
1.4 En general, la idea de un “mundo del arte” se da como una forma 
para desviar la atención sobre estos dos tipos de consideraciones
1.5 La noción de un “mundo del arte” implica una esfera que está 
separada o que se coloca aparte del mundo que no es del arte (y así se 
separa de los asuntos de clase social por fuera de esta esfera)
1.6 La noción de un “mundo del arte” también visualiza a la esfera 
del arte no como un conjunto de intereses en conflicto, sino como una 
confluencia armoniosa de profesionales con intereses comunes: el arte (y
 así niegan las relaciones de clase al interior de esta esfera)
1.7 La inquietud sobre las clases sociales en la esfera de las artes 
visuales se manifiesta en las críticas sobre el “mercado del arte”, sin 
embargo, esto no es lo mismo que hacer una crítica de las clases 
sociales en la esfera de las artes visuales; las clases sociales son un 
aspecto que es más determinante y fundamental que el mercado
1.8 El “mercado del arte” se aborda desde diferentes aspectos de 
acuerdo a las diferencias de clase; por lo tanto discutir el mercado del
 arte en ausencia de una comprensión de los intereses de clase, sirve 
para opacar las fuerzas operantes que determinan la situación actual del
 arte
1.9 Dado que la clase social es un aspecto fundamental del arte, el 
arte no podrá tener ninguna idea definida acerca de su propia naturaleza
 hasta que haga claridad sobre los intereses de las diferentes clases 
sociales
2.0 Hoy en día, la clase dominante, que es capitalista, domina la esfera de las artes visuales
2.1 Parte de la definición de la clase dominante es su control sobre los recursos materiales de la sociedad
2.2 Las ideologías dominantes, que sirven para reproducir esta 
situación, también representan los intereses de las clases dominantes
2.3 Los valores dominantes dados al arte, por lo tanto, serán 
aquellos que sirven a los intereses de las clases dominantes de hoy en 
día
2.4 En concreto, al interior de la esfera de las artes visuales 
contemporáneas, los agentes cuyos intereses determinan los valores 
dominantes del arte son: coleccionistas privados y mecenas, miembros de 
juntas directivas y administradores de grandes instituciones culturales y
 universidades
2.5 Un rol del arte, por lo tanto, es la de ser un bien de lujo, cuya
 alta artesanía o prestigio intelectual será un indicador de un estatus 
superior
2.6 Otro rol del arte es servir como instrumento financiero o como reserva negociable de valor
2.7 Otro rol del arte es funcionar como “señal de retorno” hacia la comunidad, para lavar las ganancias mal habidas
2.8 Otro rol del arte es funcionar como válvula de escape para los 
impulsos radicales, sirviendo como lugar que aísla y contiene las 
energías sociales que van en contra de las ideologías dominantes
2.9 Un rol final del arte es reproducir la ideología de la clase 
dominante sobre el arte mismo – los valores dominantes que se le dan al 
arte, sirven no solo para promulgar directamente los valores de la clase
 dominante – sino también para controlar, al interior de la esfera de 
las artes, otros valores posibles del arte
3.0 A pesar de que la ideología de la clase dominante es en últimas 
la que se impone dentro de la esfera de las artes, el carácter 
predominante de esta esfera es el de la clase media
3.1 “Clase media” en este contexto no indica el nivel de ingreso. 
Indica una manera de relacionarse con el trabajo y lo medios de 
producción. “Clase media” aquí quiere decir tener una relación 
individual, auto-dirigida con respecto a la producción, antes que 
administrativa y de maximización de la ganancia producida mediante el 
trabajo de otros (clase capitalista), o de venta de la fuerza laboral 
abstracta (clase trabajadora)
3.2 La posición del artista profesional es arquetípicamente “clase 
media” en relación con el trabajo: el sueño de ser un artista es el 
sueño de vivir de la venta de productos elaborados a partir de su propio
 trabajo físico o mental, manteniendo un control y una identidad con ese
 mismo trabajo.
3.3 La característica específica de la esfera de las artes visuales, 
por lo tanto, es que es una esfera en la cual la ideología de la clase 
dominante manda, y sin embargo se le permite tener un carácter de clase 
media (de hecho, por definición es clase media, en la medida que el 
“mundo del arte” es definido como la esfera que negocia con la 
creatividad de productos individuales antes que con la creatividad de 
los productos masivos)
3.4 En parte, el carácter de clase media de las artes visuales se 
relaciona con los puntos 2.5 – 2.8 arriba mencionados. Desde una 
perspectiva de la clase dominante, es benéfico promover los ejemplos del
 trabajo creativo de esta clase media, por diferentes razones
3.5 Sin embargo, la perspectiva de “clase media” sobre el valor y el 
rol del arte no se identifica con los de la clase dominante; los 
artistas tienen su propia manera de relacionarse con su trabajo, y 
consecuentemente su propio valor de lo que representa “el arte”
3.6 El valor de clase media del arte tiene su doble cara: de una 
parte, “el arte” se identifica como una profesión, como un medio 
deseable de subsistencia.
3.7 De otra parte, “el arte” se identifica como una auto expresión, 
como una manifestación de la individualidad creativa (ya sea que se 
exprese por medio de un estilo específico de artesanía, o simplemente 
como un original programa intelectual; los debates en la historia del 
arte sobre la importancia de la mano del artista, o la producción de 
“estudio” versus “post estudio” simplemente desplaza este sentido 
estructural en el cual la esfera de lo visual preserva la 
individualidad).
3.8 Por lo tanto, dos contradicciones permanentes dominan la esfera 
de las artes visuales: la primera contradicción se da en el hecho de que
 las artes visuales están dominadas por los valores de la clase 
dominante, pero definidos por el carácter de la clase media.
3.9 La segunda contradicción es propia a la definición de “arte” que 
provee la clase media, que oscila entre las nociones de arte como una 
profesión y una vocación, y por lo tanto, provocando una contradicción 
en sí misma en cada momento en que el artista desea expresarse 
enfrentado a las demandas de la subsistencia; en una situación donde una
 minoría domina la mayor parte de los recursos, lo cual sucede con 
regularidad.
4.0 La esfera de las artes visuales mantiene unas débiles relaciones con la clase trabajadora.
4.1 La clase trabajadora aquí es definida como un conjunto de obreros
 que se ven obligados a vender su fuerza laboral como una mercancía 
abstracta para obtener un sustento, y por lo tanto, no poseen 
participación individual en su trabajo.
4.2 Existen muchas relaciones con la clase trabajadora en las artes 
visuales: trabajadores de galerías, fabricantes anónimos de componentes 
artísticos, trabajadores no profesionales de los museos, etc. La mayoría
 de los artistas son empleados por fuera del mundo del arte – el sueño 
de tener un estatus completamente realizado de productor de “clase 
media” permanece como una aspiración para la mayoría que se identifica 
como “artistas”.
4.3 Aún las formas laborales y la producción de las obras de arte en 
el corazón de la esfera de las artes visuales, permanecen como modelos 
de clase media – y con mayor intensidad que otras actividades de las 
“industrias creativas”.
4.4 Una de las consecuencias de este carácter predominante de clase 
media es el enfoque de las artes visuales para hacer frente a las 
contradicciones económicas y sociales que enfrenta: Una relación 
individualizada con el trabajo significa que los agentes de la clase 
media tienden a concebir su capacidad para conseguir los objetivos 
políticos en términos individualistas, con su poder social derivado de 
una capacidad intelectual, personalista o retórica de tipo individual 
(es esta realidad la que está detrás del desplazamiento de la discusión 
sobre las contradicciones del arte al terreno del “mercado” – un 
constructo en el cual libremente los individuos entran en relaciones 
económicas con otros – antes que con la consideraciones de clase – lo 
que implica fundamentalmente, rivalidades entre intereses de grupo).
4.5 De otra parte, pertenecer a la clase trabajadora implica ser 
tratado como una fuerza laboral abstracta intercambiable, la habilidad 
de la clase trabajadora para conseguir sus objetivos depende mucho más 
de su capacidad para organizarse colectivamente. Esta es una forma de 
resistencia que es difícil de alcanzar al interior de la esfera de las 
artes (toda conversación sobre “huelga de artistas” es satírica, a 
excepción de aquella situación que se dio cuando en 1930 el gobierno de 
los EE.UU. apoyó a los artistas empleándolos en bloque).
4.6 Dado que la estructura dominante de la sociedad es capitalista – 
por ejemplo, la explotación salarial para maximizar las ganancias – la 
posición de la clase trabajadora es en realidad más cercana al núcleo 
funcional de la sociedad que la de la clase media; los trabajadores de 
la clase media solo tienen la capacidad de cerrar su propia producción, 
mientras que una clase trabajadora organizada puede cerrar los medios de
 producción de la clase dominante.
4.7 El carácter particular de la clase trabajadora implica tener su propio punto de vista sobre el concepto de “arte”.
4.8 De una parte, el valor del arte por parte de la clase trabajadora
 está determinado por la realidad de las “industrias creativas”, en el 
cual los trabajadores creativos son empleados que tienen una relación 
con su expresión creativa; esto es, ellos elaboran productos creativos 
no como una expresión de su individualidad, sino como simples piezas 
laborales a destajo. Visto desde este ángulo, el “arte” es desmitificado
 – no es una exaltada forma de expresión única, sino un simple proceso 
humano más que es producto del trabajo.
4.9 De otra parte, en la medida que la mano de obra es controlada 
desde arriba, el ideal del “arte” representa una expresión que se opone a
 la demanda de trabajo, al mantenerse como una expresión que es 
libremente determinada, ya sea privada o política. Vista desde este 
ángulo, el arte es desprofesionalizado, y en ese sentido es realmente 
más “libre” que el ideal de clase media sobre la expresión personal como
 una expresión profesional.
5.0 La idea de “arte” tiene un sentido humano básico y general, en el
 cual ninguna profesión específica o clase social posee su monopolio.
5.1 El “arte” es concebido como una expresión creativa en general, 
que puede ser vista como representativa de una función tan básica como 
ejercitarnos o dialogar, y una necesidad ligeramente menos fundamental 
que comer o tener sexo (“ligeramente menos fundamental” porque el asunto
 de las expresiones creativas viene después de las supervivencias. Usted
 primero asegura la comida antes de pensar en la cocina).
5.2 Concebida de esta manera, cada actividad humana tiene un 
componente artístico, un aspecto por el cual puede ser visto como 
“creativo”.
5.3 De cualquier manera, algunas formas de trabajo creativo aparecen 
valoradas sobre otras; algunos tipos de trabajos son más exaltados y 
otros en menor medida.
5.4 Cuales de las diferentes formas de trabajo son consideradas 
verdaderamente “artísticas” es algo que está determinado por la clase 
dominante, la cual determina las relaciones de producción y por lo 
tanto, el carácter del trabajo no artístico y el valor del “arte”, y las
 intersecciones que se producen en este tipo de actividades.
5.5 Sin embargo, el impulso artístico no desaparece simplemente ante 
la especificidad de sus determinismos históricos; en la medida que 
existe un sentido básico del arte como expresión creativa y los seres 
humanos naturalmente poseen una investidura creativa en el día a día de 
su trabajo.
5.6 De otra parte, en la medida que el impulso general hacia la 
creatividad es limitado y estrecho por las exigencias de un contexto 
histórico definido, existe el impulso de escapar de ello y expresarse 
libremente por fuera de ese contexto.
5.7 Porque el “arte”, en el sentido de una expresión creativa 
generalizada, es un impulso básico, ninguna clase social tiene control 
sobre ello; la visión orgánica del mundo bajo las condiciones de clase, 
puede estar más cerca o más lejos de expresar las posibilidades de su 
realización general.
5.8 Tanto la visión de la clase dominante como de la clase media 
impiden la idea del “arte” como una expresión general de la humanidad: 
la clase dominante porque define los valores del arte de acuerdo a los 
intereses de una estrecha minoría; la clase media porque sus interese 
están en definir a la creatividad como una auto expresión profesional, 
lo que circunscribe esta labor en manos de los expertos creativos.
5.9 Una perspectiva desde la clase trabajadora, entonces, refleja los
 conceptos contemporáneos más orgánicos de la expresión creativa 
generalizada, (incluso si las circunstancias no siempre permiten esta 
concepción para ser desarrollada o expresada).
6.0 Porque el arte hace parte de la sociedad (1.1), y porque ninguna 
profesión ejerce el monopolio de la expresión creativa (5.0), los 
valores dados al arte dentro de la esfera del arte visual contemporáneo 
serán determinados en relación a cómo la “creatividad” se manifiesta en 
otras esferas de la sociedad contemporánea.
6.1 El “arte” en el lenguaje común tiene un doble significado: para 
designar la actividad creativa en general, y como obra representativa 
que circula dentro de una tradición específica y un conjunto de 
instituciones; de esta manera, algo puede ser “arte” (esto es, ser 
creativo) pero no ser “arte” (esto es, no ajustarse dentro de la esfera 
de las artes visuales), o algo puede ser “Arte” (esto es, puede ser 
fácilmente clasificado dentro de la esfera de las artes visuales), pero 
no ser “arte” (esto es, no ser particularmente creativo).
6.2 El arte visual contemporáneo de esta manera, contiene un carácter
 paradójico: es una disciplina específica que se atribuye a sí mismo el 
estatus de representar a la “creatividad” en general; cuando alguien 
dice que es profesionalmente un “artista”, está a la vez tratando de 
indicar que trabaja dentro de un conjunto de tradiciones e 
instituciones, y a la vez está implicando que su trabajo posee un cierto
 carácter especialmente creativo.
6.3 Esta superposición se deriva del carácter de clase media de las 
artes visuales contemporáneas, la perspectiva de clase media radica 
precisamente en que los intereses de un individuo se interrelacionan con
 su propia identidad profesional.
6.4 Sin embargo, e igualmente paradójico, el arte visual 
contemporáneo, diferente a otro tipo de trabajos creativos – música, 
cine, actuación, diseño gráfico, decoración de pasteles – no posee un 
medio específico de expresión, esto es, no posee una forma específica 
laboral que le sea constitutiva; cuando usted dice que es un “artista”, 
no está diciendo nada sobre el carácter específico de su trabajo (el 
arte contemporáneo, en este sentido, es una especie de
 reductio ad absurdum sobre la creatividad individual).
6.5 Esta ausencia de definición se da en inversa proporción a la 
extrema hiper definición del trabajo en una variedad de industrias 
creativas contemporáneas – video juegos, cine y televisión- las cuales 
implican una gran cantidad de trabajo creativo utilizado a un nivel 
masivo, impersonal y muy especializado, en mayor y menor grado.
6.6 Porque las relaciones de producción capitalistas son las 
relaciones de producción dominantes, y estas otras “industrias 
creativas” están mucho mejor organizadas alrededor de la producción 
capitalista, poseen por lo tanto una mayor importancia en la sociedad 
contemporánea. Están en el centro de la innovación, la inversión y la 
atención del público a un nivel en el cual la esfera de las artes 
visuales no puede competir por sí misma.
6.7 Sin embargo, a pesar de que no puede competir con estas 
industrias, el arte contemporáneo adquiere su importancia en relación a 
estas mismas industrias. Mientras estas últimas representan la 
creatividad hecha a la medida de las especificaciones capitalistas, la 
esfera de las artes visuales genera su distinción precisamente como la 
esfera donde la calidad y la independencia individual se preservan (de 
la misma manera que los políticos evitan hablar de la clase trabajadora,
 hablando interminablemente de la importancia de la clase media, una 
significancia intelectual exagerada se le otorga a la importancia del 
“mundo del arte” clase media para escapar de la realidad, en la medida 
que la creatividad contemporánea es dominada por la industria 
capitalista).
6.8 Las artes visuales, con relación a la cultura visual o la cultura
 en general, por lo tanto, no encuentra caminos estables: puede buscar 
fusionarse con estas otras industrias – esferas creativas completamente 
capitalistas -, pero solo como un socio joven, a un costo en donde puede
 entregar sus razones para existir como una esfera separada y 
privilegiada, que es la autonomía creativa que ello representa, libre de
 direccionamientos motivados por las ganancias.
6.9 De otra parte, las artes visuales contemporáneas enfrentan 
también otros dilemas si no se involucra con otras industrias creativas 
más dominantes; en este caso, su audiencia se estrecha solo hacia los 
muy ricos y aquellos que tienen el privilegio de haber sido educados en 
esta tradición, y para aclarar este horizonte estrecho, este se puede 
dar con la consiguiente pérdida de libertad dentro de la cual, estas 
supuestas formas de libre expresión actúan.
7.0 La crítica de arte, para ser relevante, debe estar basada en la 
actual situación del arte y los diferentes valores en juego, que tienen 
que ver con las diferentes fuerzas sociales (este punto simplemente 
esboza las conclusiones para la crítica planteados en el 1.9).
7.1 La crítica de arte es una disciplina en sí misma de clase media, 
basada en normas de expresión intelectual de un individuo; desde que la 
crítica de arte importante se relaciona con el análisis de la situación 
actual del arte, esta tiene que ver con la opinión profesional, 
individual y puramente subjetiva.
7.2 Sin embargo, trascender la crítica puramente “subjetiva” no 
significa alcanzar una crítica “objetiva” del arte que impone un 
programa de arte filosófico o político; este tipo de crítica de arte 
académica implica, igualmente, contar con una perspectiva de clase media
 (a menudo basada en la academia), en la medida que proyecta un programa
 meramente abstracto e intelectual incapaz de abordar la situación 
material del momento en las artes visuales (por ejemplo, insistiendo 
simplemente que el arte “sea político” sin analizar concretamente para 
quién o hacia qué fines el “arte político” es direccionado realmente, 
reforzando simplemente el marco de la expresión profesional, 
individual).
7.3 Reconocer que el arte contemporáneo posee un carácter de clase 
media no es lo mismo que denunciar la esfera de las artes visuales por 
su condición “pequeño burguesa decadente”; de hecho, uno debe juzgar al 
arte en términos de los valores contradictorios que se le dan a partir 
de los intereses de clase que compiten, lo cual en parte significa 
reconocer a la esfera de las artes visuales como un depósito legítimo de
 esperanzas para la auto-expresión; en la medida que la sociedad 
contemporánea impide o limita la auto-expresión, la urgencia de seguir 
un camino de creación propio puede ser entendido como un impulso 
político.
7.4 Aun más, el carácter de clase media de las artes visuales no 
significa que la esfera se confronte con ciertos dilemas (ver por 
ejemplo 3.8, 3.9, 6.8, 6.9) que no se resuelven al interior de esa misma
 esfera tal cual está constituida (4.5, 4.6); una crítica de arte 
realista y efectiva empieza desde estos puntos de vista.
7.5 La calidad artística no es algo que pueda ser juzgado 
independiente de las cuestiones de clase, y el balance actual de las 
fuerzas sociales, porque diferentes clases sociales tienen diferentes 
valores sobre el arte que implican diferentes criterios de éxito (ver 
tesis 2, 3 y 4).
7.6 En la medida que diferentes influencias de clases sociales están 
en juego en las artes visuales, una obra de arte no siempre se puede 
reducir a un solo significado; con frecuencia parece un compromiso que 
busca amalgamar un número diferente de inquietudes en una solo formula 
artística (Una obra de arte puede, por ejemplo, ser ejecutada en un 
estilo que le resulta atractivo al coleccionista, pero a su vez, 
intentar poner un sello de profesionalismo original, y al mismo tiempo, 
algún tipo de auténtica solidaridad política).
7.7 Afirmar que toda obra de arte contemporáneo será – por definición
 – un producto de la sociedad contemporánea, y por lo tanto, llevará las
 marcas contradictorias reales de su actual situación material, no 
implica que todo el arte pueda ser reducido al mismo problema. La 
crítica de arte efectiva implica desarrollar un análisis dinámico sobre 
cómo la especificidad de los valores estéticos se relacionan con el 
balance actual de las fuerzas sociales, y así lograr unos juicios que 
tengan en cuenta los factores que juegan los más importantes roles en un
 momento dado en cualquier obra de arte.
7.8 Existe un aspecto del gusto que no tiene ninguna implicación 
política, y que es simplemente producto de la experiencia personal y de 
la historia (por ejemplo, no hay contradicción si dos personas comparten
 el mismo análisis político pero tienen preferencias estéticas 
diferentes). Pero tales juicios son de una importancia secundaria para 
esta discusión. “Me gusta esto” no es una crítica seria, interesante o 
útil.
7.9 La crítica de arte no es política porque imponga un marco 
político sobre el arte contemporáneo, sino porque representa con 
exactitud la situación real del arte, entendiendo los dilemas del 
trabajo creativo de la clase media en un mundo capitalista (ver 3.8, 
3.9) y por lo tanto, una crítica política de esa situación.
8.0 La fuerza relativa de los diferentes valores del arte al interior
 de la esfera de las artes visuales, es el producto de un equilibrio 
específico entre las fuerzas de las diferentes clases sociales; pueden 
haber mayores o menores situaciones de progreso para el arte 
contemporáneo, incluso en un mundo capitalista, dependiendo de la 
potencia de estas diferentes clases sociales, y qué tipo de demandas son
 capaces de hacer avanzar.
8.1 Estas demandas, para ser efectivas, deben estar orgánicamente 
conectadas con las luchas actuales – no pueden ser programas abstractos 
cocinados por una minoría e impuestos como un programa de arte sin 
conexión alguna con los movimientos al interior de la esfera – Sin 
embargo, algunas sugerencias provisionales se pueden ir adelantando, 
fruto del análisis de la presente tesis (Todas las ideas expresadas acá 
cuentan con apoyo y respaldo, el truco está en llevar estas iniciativas 
al punto en que se transformen más allá de un simple gesto simbólico, 
[esto se ajusta al criterio expresado en 2.8] y que sean lo 
suficientemente fuertes como para cambiar los valores dominantes del 
arte).
8.2 Por encima de todo, el capital privado tiene una influencia 
desproporcionada sobre las artes visuales; por lo tanto el aumento de la
 financiación gubernamental para las instituciones artísticas puede 
tener el efecto de reducir la intensidad de las contradicciones a que se
 enfrenta el campo de las artes visuales.
8.3 Estas instituciones deben ser democráticamente responsables ante 
las comunidades a las que sirven, con el objeto de no replicar el efecto
 de la influencia asimétrica sobre el arte a través de las directivas 
burocráticas; las instituciones deben ser más democráticas; las 
instituciones deben pagarle a los artistas que exhiben, antes que 
explotar las aspiraciones profesionales de los artistas mediante el uso 
gratis de su trabajo.
8.4 La actual definición del arte como un bien de lujo o la principal
 preocupación por una esfera profesionalizada es un problema. Los 
programas deben estar dirigidos y apoyados para estimular lugares de 
encuentro de la actividad artística sin que necesariamente estén 
dirigidos a los ricos o a los ya iniciados.
8.5 Los proyectos críticos y de investigación que interrogan, 
exploran y apoyan a gran escala, definiciones y lugares alternativos 
para la creatividad deben ser financiados; el “arte” no es siempre 
producido por y para el mercado y esto es un asunto muy importante a 
tener en cuenta (Esto implica trascender el paradigma sobre la “crítica 
al mercado del arte”, que asume la presunción de que este problema se 
resuelve haciendo al mercado más democrático).
8.6 El arte contemporáneo sufre de un público limitado, y el acceso a
 la educación artística es en gran parte (y cada vez más) determinada 
por el nivel de ingreso y los privilegios; la educación artística se 
debe defender y hacer universal (este punto implica hacer una crítica a 
la noción de que el arte es un lujo).
8.7 No existe ninguna razón para que la inmensa cantidad de talento 
artístico que existe hoy en día, incapaz de encontrar compradores en los
 confines estrechos del profesionalizado “mundo del arte”, no pueda ser 
empleada en un programa generalizado de educación artística, 
construyendo de esta manera la audiencia del futuro.
8.8 Este tipo de identidad común podría ser la base para la 
organización de los artistas como algo más que agentes individuales, 
cada uno trabajando por su lado; ahí descansan las bases para la 
fundación de un carácter político más orgánico para el arte 
contemporáneo.
8.9 La expresión creativa necesita ser redefinida: No se la debe 
seguir viendo como un privilegio, sino como una necesidad básica del ser
 humano. Porque la expresión creativa es una necesidad básica del ser 
humano, debe ser tratada como un derecho al que todos deben tener 
acceso.
9.0 La esfera de las artes visuales es un lugar simbólico importante 
de lucha; sin embargo, por su carácter de clase media, posee 
relativamente poco poder social sobre la realidad (4.5).
9.1 Alcanzar los objetivos de reforma planteados en la tesis 8, por 
lo tanto, implica que la esfera de las artes visuales se trascienda a sí
 misma más allá de las preocupaciones del “mundo del arte”; tales 
reformas se alcanzarán mejor si se vinculan con luchas por fuera de la 
esfera visual del arte (por ejemplo, unir la lucha del arte a la lucha 
por la educación [8.6]).
9.2 Cualesquiera que sean estas luchas específicas, será una clase 
trabajadora la que mejor posicionada estará para desafiar las relaciones
 opresivas de la clase dominante [4.6], y que es la precondición para 
desafiar los valores opresivos del arte por parte de la clase dominante,
 y así, mejorar la situación del arte.
9.3 Los dos valores del “arte” por parte de la clase trabajadora 
[4.8, 4.9] – como sujeto de normalización laboral, y como oposición a 
las demandas laborales del día a día –parecen implicar una 
contradicción; esta contradicción, sin embargo, se basa en el actual 
modelo económico, en donde una minoría perteneciente a la clase 
dominante dicta las condiciones laborales.
9.4 Esta contradicción se trasciende en una situación en la que los 
trabajadores controlarán democráticamente el carácter de su propio 
trabajo, y por lo tanto, las condiciones de su propio ocio; solo esta 
situación ofrecerá el potencial para maximizar el florecimiento del 
potencial artístico del ser humano.
9.5 Es hacia esta perspectiva, que implica el cambio de las 
condiciones materiales de la sociedad, que cualquiera que se interese 
por el arte debe virar; con la ausencia de tal perspectiva en la esfera 
de las artes visuales – que como ahora, no existe de ninguna forma – el 
arte girará en círculos, respondiendo a los mismos problemas sin llegar a
 ninguna solución; su situación permanecerá tensa y contradictoria; su 
potencialidad irrealizable.
Ben Davis