No están muertos | Tras la fiebre vampírica, el teatro, la tele, el cine y el cómic se rinden a estas criaturas del terror
Carecen de la sexualidad rampante de los vampiros, no tienen la moderna bipolaridad del hombre lobo ni el prestigio literario de los fantasmas. Pero al zombi, el hermano pobre del género fantástico, le ha llegado su momento.
La revista Time ha contabilizado un aluvión de estrenos y proyectos repletos de muertos vivientes. El revival va desde la literalidad más clásica -la película Zombieland, con Woody Harrelson y Abigail Breslina la bizarrada. Léase el mashup literario que el autor Seth Grahame-Smith ha hecho en Pride and Prejudice and Zombies (Quirk Classics).
Exacto: los Bennett, la familia abundante en hijas casaderas de la novela de Jane Austen conviven con espadas ninja y muertos vivientes. En el híbrido, que Grahame-Smith confirma con la mismísima Austen, la famosa frase que arranca la novela: "Es una verdad universalmente conocida que todo hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita esposa" se transforma en "es una verdad universalmente conocida que todo zombi poseedor de cerebros necesita más cerebros".
En versión de comedia
También Diablo Cody, la oscarizada guionista de Juno, dará una vuelta de tuerca al género en la adaptación que prepara del libro Breather's: a zombies lament, de S. G. Brown. La novela sigue a un grupo de muertos vivientes que se ayudan mutuamente en plan Zombies Anónimos. Su estreno coincidirá con la adaptación de World War Z, que llevará al cine Marc Foster, el director del último Bond, Quantum of Solace. Más allá de parodias y revisiones posmodernas, la función del zombi es una: dar miedo. Y cada vez más. Desde que evolucionaron de bípedos torpes, como apercían en las películas de George A. Romero, y ganaron en reflejos y velocidad en películas como 28 días después y en videojuegos como Resident Evil -pronto llegará su edición número 5-, los zombies se han perfeccionado como máquina de infligir terror. Se espera que Paco Plaza y Jaume Balagueró vuelvan a contar con ellos en Rec2, la secuela que despejará las dudas del primer filme.
La película noruega de terror Dead snow dobla la apuesta. No son zombies. ¡Son zombies nazis! Y atacan entre las nieves a unos incautos estudiantes de Medicina.
En Time se atreven con una teoría de sociología pop: el auge de los vampiros coincidió con el aterrizaje en los periódicos de otros chupasangres demasiado reales: Madoff, hermanos Lehman y asociados. Y concluyen que los muertos vivientes son unos monstruos más apropiados para el estado comatoso de la economía.
Sea o no verdad, los zombies planean invadirlo todo. ¿Más pruebas? Canal Plus estrenará Dead set, la serie que enfrenta a zombies contra concursantes de Gran Hermano. Berenice acaba de publicar en España Zombi: guía de superviviencia. El dúo francés de electrónica psicodélica Zombi Zombie se reviste de parafernalia de serie B. Y Marvel acaba de editar en Estados Unidos la cuarta entrega de Marvel Zombies con el título The midnight sons (Hijos de la medianoche).
Malas noticias para los que decían que Michael Jackson estaba (artísticamente) muerto. A parte de los conciertos que ofrecerá en julio en el londinense O2 Arena, el productor teatral James Nederlander trasladará el imaginario de Thriller a las tablas de Broadway.
ADN.ES
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